Eres el latido nº

viernes, 20 de mayo de 2011

Diario de un adolescente enamorado.

¿Por qué?

¿Por qué me levanto con una sonrisa?
¿Por qué mis ojos buscan continuamente como un pirata busca un tesoro?
¿Por qué no paro de escuchar música romántica?
¿Por qué creo en el amor?
¿Por qué mis oídos añoran tu voz?
¿Por qué el ritmo de mis latidos aumenta?
¿Por qué estoy loco?


Por ti. Sonrío por ti. Mis ojos buscan los tuyos, son su tesoro. Tu sonrisa, mi mayor alegría. Me refugio en la música con la que intento engañarme a mi mismo para creer que todo el amor que hay tras sus letras existe. No obstante, me sorprende de sobremanera la rabia que produce en mi que mis amigas pongan música romántica pues me hacen pensar únicamente en ti, cosa que odio, cosa que amo. Por ti, por ti creo en el amor. ¡Qué locura la mía!, ¿creer en algo que no se puede definir? Pues, este sentimiento infinito no lo puedo describir. Se que es extraño, trae alegría y felicidad pero es experto en hacerme daño. Mis oídos aman tu voz, esa voz que posee un inmenso poder, al que sucumbo fácilmente; que consigue sacarme una sonrisa, vaya que sí. Por ti. Por ti mis latidos se aceleran, mis mofletes comienzan a tomar un color rojizo, mi garganta forma un nudo impidiendo el paso a mi frágil voz y todo esto es producto de tu ‘Te quiero’ que me dices repetidas veces mirándome a los ojos y al cual yo no puedo responder. ¿Por miedo? Quizás. ¿Miedo a qué dices? A todo. A confundir el significado de esa pequeña palabra que me hace feliz. A todo aquello que pueda desembocar mi propia confusión creada por un sinfín de sentimientos equívocos. ¿Cobarde? Sí. Pero como me dijo una gran amiga ‘Mas vale cobarde vivo que valiente muerto’. ¿Qué dices? ¿Qué la vida no está hecha para cobardes? No sé que camino escoger, el camino de los cobardes y callar a mi confuso corazón ó el camino de valientes escupiendo cada uno de estos sentimientos que me ahogan. Por ti. Por ti es mi locura. Mi cabeza no hace más que pensar en ti. ¿Lo peor de todo? Que sabe que no debe.
Mi locura. Fruto prohibido.

‘Le prohibieron la manzana, solo entonces la probó. La manzana no importaba nada más la prohibición’.

2 comentarios: